sábado, 8 de diciembre de 2007

Defensa (III) - Una introducción

La defensa es un factor importante del éxito de un equipo de hockey línea. La función principal de la defensa es evitar los goles, proporcionar al portero una oportunidad clara y equilibrada de parar los tiros contrarios, romper los ataques de los oponentes, y participar en los ataques propios. La estrategia defensiva es esencialmente de posición, y se basa en aprovechar los porcentajes, es decir, en forzar a los contrarios a tirar desde más lejos, ya que estadísticamente, se para un mayor porcentaje de tiros desde lejos. Aprovechar los porcentajes supone también forzar al contrario a tirar sin ángulo, en lugar de permitirle hacerlo delante de la portería. Esto se ve claramente cuando el atacante es superior en número, como en ataques dos contra uno o tres contra dos. Proporcionar al portero una oportunidad clara y equilibrada de parar los tiros contrarios significa controlar la zona de delante de la portería. Esto es importante debido al elevado porcentaje de goles que se consiguen desde esta zona. Los defensas consiguen ese control utilizando (legalmente) el cuerpo, los brazos y el stick para controlar o desplazar a los contrarios que están en la zona de delante de la portería tratando de realizar un tiro, pase, rebote o deflexión. Otra función importante de la defensa es romper los ataques contrarios. Esto se consigue jugando enérgicamente en las esquinas y tras la portería contra los delanteros contrarios, tratando de recuperar el control del puck, o al menos impidiendo que el otro equipo obtenga o mantenga el control. Una vez roto el ataque, el defensa puede recuperar el control del puck y comenzar a jugar hacia la otra zona del campo.

El portero debe participar también en las situaciones defensivas. Esto significa que el portero y los defensas deben coordinarse para resistir los ataques. La comunicación entre los defensas y el portero es esencial. En demasiadas ocasiones, debido a una comunicación inexistente o confusa, se deja al portero sólo para que detenga los tiros. Cuando el portero y los defensas juegan en equipo, entendiendo cada uno de ellos la función del otro, tendrán buenas posibilidades de neutralizar los ataques.

La participación en las jugadas ofensivas es otra responsabilidad de los defensas. Debido a su carácter ofensivo, el hockey línea requiere que al menos uno de los defensas participe en los ataques, para aumentar las oportunidades de gol. Los defensas participan llevando el puck a la zona ofensiva, y convirtiéndose en un atacante adicional en la zona ofensiva. Un factor importante para saber cuándo avanzar para participar en una jugada ofensiva, y cuando mantenerse atrás, es leer cada jugada y reaccionar ante ella. Identificando las jugadas y comprendiendo los patrones de juego, el defensa cuenta con la información necesaria para tomar la decisión más acertada, e incorporarse a la jugada ofensiva, o bien mantener una posición defensiva.

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