De todas las posiciones que existen en los deportes de equipo, ninguna es comparable a la de portero. Ya sea en waterpolo, hockey en línea o fútbol, la de portero es una posición extremadamente técnica, cuyo dominio que requiere años de práctica. Además, un portero de hockey línea se enfrenta a peculiaridades que deben conocerse para aprender a desempeñarla eficazmente.
- Para cumplir eficazmente su misión bajo los palos, los porteros deben conocer algunos fundamentos comunes a esta posición. Uno de los más importantes son las responsabilidades durante un ataque contrario. La mayoría de los equipos utilizan algún tipo de sistema defensivo, en el que la función del portero es detener cualquier oportunidad de tiro directo. Eso supone que el portero debe estar siempre preparado y alineado con el tirador, centrándose sobre todo en detener al portador del puck. Su equipo debe posicionarse para anular cualquier posibilidad de remate. Si un portero no es capaz de parar un alto porcentaje de tiros directos, las posibilidades de victoria de su equipo se ven francamente reducidas.
- Los porteros deben trabajar constantemente para mejorar el control de las oportunidades que ofrecen los rebotes a los contrarios, una técnica cuyo dominio requiere mucha práctica. La mayoría de los buenos porteros desarrollan técnicas acertadas de catching y blocking, durante su período de maduración en su rol, lo que les permite reducir el número de posibilidades de remates y segundos remates que ofrecen los rebotes.
- Cuando se mueve rápidamente de uno a otro lado de la portería, los porteros de hockey línea tienen que luchar contra la fricción entre los cantos de sus ruedas y la superficie de juego. Por ello, deben prestar especial atención a la posición de su pie adelantado cuando tratan de moverse lateralmente en la portería. Si no lo hacen, el patín se engancharán y acabará desequilibrándose.
- En el hockey línea las transiciones son una parte esencial del juego., El portero debe contribuir a esta faceta del juego. Deben trabajar constantemente sus habilidades de control de puck, especialmente los pases a corta y larga distancia. Un portero que puede contribuir a su equipo con este tipo de habilidades representa una gran ventaja, y debe participar en los entrenamientos para mejorarlas habilidades de control de puck en equipo
- Una de las cualidades de un buen portero es su capacidad de liderazgo en situaciones de presión. El portero debe trabajar durante los entrenamientos para desarrollar esta cualidad, comunicándose constantemente con sus compañeros de equipo, que normalmente no pueden ver tanto como él de la superficie de juego. A menudo, un portero puede actuar como quarterback, mientras los jugadores de su equipo están en su zona defensiva, ayudando a identificar de dónde procede el ataque, así como posicionando a los jugadores para obtener una cobertura defensiva adecuada, o para una secuencia de salida de zona.
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